GAP 06/10/2018
Preocupante daño de helada en trigo en sur de SF y Córdoba
Tras la intensa helada ocurrida en la madrugada del 02/10 ya comienzan a observarse los daños en los trigos más adelantados (espigazon) que profundizan la merma de rendimiento por la falta de precipitaciones.
Efecto de heladas tardías en trigo
El cultivo de trigo en general tiene buena adaptación a las bajas temperaturas durante
gran parte de su ciclo, pero hay circunstancias en que los cambios bruscos de
temperatura pueden afectar distintas partes de la planta en activo crecimiento. El
daño que pueden producir las bajas temperaturas extremas en trigo depende no sólo
de la magnitud de la helada sino también del estado fenológico del cultivo en
momento en que ocurre. La previa exposición a bajas temperaturas antes de la
ocurrencia de una helada y por supuesto el tiempo de exposición a las temperaturas
extremas también pueden modificar el efecto sobre el cultivo. Otro factor que incide es
la humedad relativa del ambiente y el contenido de agua en el suelo en el momento de
ocurrencia de la helada, dos factores relacionados directamente con el estado hídrico
del cultivo.
Durante el período vegetativo o reproductivo temprano el daño visible va desde una
leve clorosis o pérdida de turgencia acompañada por marchitamiento de hojas
completas o solamente en las puntas, hasta alcanzar importantes daños en el área
foliar con pérdida de tallos durante el encañado, esterilidad de flores y de espigas
completas cuando la helada ocurre cerca de la floración. Durante el encañado
comienza un período de sensibilidad creciente que tiene el máximo de susceptibilidad
alrededor de floración o antésis con un umbral de -1 ºC con una exposición de 2 horas.
En este momento, el efecto de una helada de este tipo se da por la reducción de
viabilidad del polen que origina esterilidad de las flores afectadas, y que ocurre aún
con temperaturas sobre cero (Shroyer et al., 1995).
Heladas con registro de temperatura inferiores a ese umbral con trigos transcurriendo
el período crítico hasta antesis pueden ocasionar daños importantes por perdida de
tallos que comienzan con el tallo principal. Los efectos sobre el rendimiento
dependerán no sólo de la capacidad de compensación del cultivo, sino también de la
posibilidad de recuperación que permite el ambiente de producción. La capacidad de
compensación del cultivo está en función de los órganos afectados y por lo tanto del
momento de ocurrencia. Pero la posibilidad de alcanzar esa recuperación dependerá
de las condiciones de humedad, temperatura y disponibilidad de nutrientes posterior al
momento del daño. Los daños ocurridos alrededor de la floración afectan en forma
significativa el número de tallos fértiles que difícilmente puedan ser compensados
(Fraschina et al., 2002).
Registro de helada
El 2 de Octubre del corriente año se registró una helada que según la estación
meteorológica de la experimental del INTA Marcos Juárez fue de -3 °C, y duró más de
4 hs. Por otro lado la imagen satelital del sistema clima y agua INTA
(http://climayagua.inta.gob.ar/), mostró que a las 5.48hs se registraron temperaturas
de entre –4 a –5 °C a 5 cm del suelo en una zona que abarca el centro norte de los
departamentos Unión y Marcos Juárez y centro sur de la provincia de Santa Fe (Figura
1). Las temperaturas de esta imagen se condicen con los niveles de daños
observados.
Figura 1: imagen satelital generada por el Instituto de Clima y Agua del INTA
Síntomas a campo
Recorriendo diversos ensayos de trigo dentro de la EEA INTA Marcos Juárez, y sobre
ensayos en campos de productor próximos a la Experimental, se observaron daños de
helada en el cultivo a unos 40 cm del suelo, afectando el pedúnculo con distinto grado
de elongación en variedades que estaban a punto de espigar o ya espigadas. El daño
en el pedúnculo se observa desde apenas un blanqueamiento de los tallos hasta una
estrangulación completa de tallos, sin posibilidad de recuperación (ver imágenes). En
algunos casos sólo se vieron afectados los tallos principales mientras que en otros
hasta el segundo y tercer macollo mostraron síntomas de daño por heladas, por lo
tanto habrá que esperar algunos días para cuantificar las espigas dañadas y a partir
de ahí estimar con mayor precisión las pérdidas de rendimiento. Será necesario seguir
monitoreando los lotes, cuyas posibilidades de recuperación dependerán
fundamentalmente del estado fenológico del cultivo y de la disponibilidad de recursos,
tanto agua como nutrientes.
Dionisio Gomez, Carlos Bainotti, José Salines, Beatriz Formica, Guillermo
Donaire, Enrique Alberione y Jorge Fraschina.
Grupo Mejoramiento de Trigo INTA Marcos Juárez.
gomez.dionisio@inta.gob.ar